Un proyecto para cambiar la historia

Proyecto Mujer originaria - Entrevista
Una mujer temblorosa ve como otras mujeres de tez muy blanca pasan mirándolas como animales. Aprieta a su hijito que llora entre sus ropas harapientas con la esperanza de que no los separen y que pueda caer en manos de personas misericordiosas que no la maltraten y pueda sobrevivir en medio de esta ciudad extraña, Buenos Aires, 1880.
Su esposo y casi toda su tribu está muerta o cautiva. Las Tropas del General Roca han hecho el desastre, han matado, han robado las tierras, las han repartidas entre pocas familias adineradas.
Este hombre tiene una estatua, como la tienen lo héroes, y sigue erguida en la ciudad de Buenos Aires, como oprobio a las naciones originarias de América

El proyecto Mujer Originaria es llevado a cabo por un grupo de gente que intenta promover otra visión de la historia, la de los oprimidos y silenciados como reivindicación y "en un acto que signe con firmeza un cambio de actitud respecto a nuestra identidad como país". Es decir que, aunque estemos acostumbrados, Esto no es una pipa.
Encabezan el proyecto el artista plástico Andrés Zerneri, autor de la segunda escultura al Comandante Che Guevara en nuestra América y el Caribe, después de la emplazada en Cuba.
La construcción del "Monumento a los Pueblos Originarios", simbolizados en la figura de una mujer de 10 metros y varias toneladas de bronce solidario, será una nativa en su entorno natural.

El método para conseguir el material es por demás original. Consiste en acopiar llaves y otros objetos de bronce por parte a aportantes voluntarios en diferentes centros de recepción. Es una manera de decir que todos podemos ser parte real del proyecto.
El pasado 25 d
e septiembre se realizó un festival que contó con la participación de muchos artistas y personalidades del espectáculo y la cultura (ver notas aquí)

La Entrevista
Desde este blog nos contactamos con Camila Bonetti y Ana Centeno, intengrantes de la Comisión del Monumento a la Mujer Originaria. "No tenemos posiciones definidas dentro del grupo, tomamos las decisiones entre todos", dicen. Y les agradecemos el tiempo que dispusieron

¿Quiénes son los mentores del proyecto?

La idea del proyecto proviene del historiador Osvaldo Bayer, que es un gran luchador de la reivindicación y los derechos de los pueblos originarios. Bayer sostiene hace varios años una visión de la historia que intenta reconstruir lo que fue la "campaña del desierto" y la figura del General Roca, en sus últimos estudios trató de establecer relaciones entre los intereses económicos y políticos que hubieron detrás del hecho social y cuáles fueron las principales consecuencias del mismo. Lo que Bayer intenta es dar visibilidad a la línea de poder que se inscribe a lo largo del proceso histórico sobre la pertenencia de las tierras y la distribución de la riqueza.
A la vez, tras la realización exitosa del monumento al Che Guevara, también ideada por él y realizada por Andres Zerneri, fue un impulso más para realizar este proyecto. Quienes trabajamos cotidianamente somos un grupo de casi cien personas (estudiantes, trabajadores, etc.) que nos reunimos los sábados para discutir y avanzar sobre el proyecto.

¿Cuál crees que es la causa de que esta movida no se genere desde el propio gobierno?
Creemos que si esta iniciativa viniera del Estado perdería la legitimidad que le da la voluntad popular. La idea de realizar este monumento proviene justamente de la participación de la gente, y la función del Estado en este caso es otra, se reduce a mero destinatario con el fin de ubicarlo en el lugar del monumento a Roca.
Principalmente no pensamos en el Estado porque es un proyecto independiente. Sólo apuntamos a conseguir la adhesión de la gente. Del Gobierno lo único que necesitamos es la autorización, una vez realizado el monumento, para sacar a Roca de allí.
El Estado, sea el Nacional o el porteño pueden adherir a la causa pero desde afuera y sin hacer de éste un proyecto partidario. La finalidad es que la obra sea independiente, sin apropiación de ningún partido político, por más que hayan funcionarios que muestran su apoyo a la iniciativa.

¿Cuál es nuestro papel, como descendientes de los "blancos", en la reivindicación de los derechos de los pueblos originarios?
Nosotros, independientemente del color de nuestra piel, somos descendientes de aborígenes. Según los últimos estudios antropológicos, el 61% de la población tiene un vínculo genético con los pueblos originarios; este es un dato que queremos acercar a la gente. Creemos que es necesario reconocer esto para poder reconstruir nuestra identidad desde otro lugar. La idea es crear en la conciencia social una nueva dimensión de sentido para poder pensar nuestra historia desde una visión más amplia. Conocer la historia completa nos va a permitir tomar decisiones con argumentos más sólidos. Pensamos que poner esta información a disposición de la gente, va a permitir a todos hacer elecciones más concientes, sobre cómo pensarnos a nosotros mismos, cómo pensar nuestra identidad y cómo actuar frente a lo diverso.

¿Cuál es la fuerza que puede tener el arte como motor para una reivindicación histórica?
El arte es una forma de expresión y en este caso es el medio para materializar el sentido histórico. Partimos de la idea de que se trata de una obra colectiva, es decir que implica la participación de toda persona que acerque una llave o elemento de bronce; es una obra que permite a la gente proyectar sus historias en una escultura. El monumento funciona esta vez como una excusa para hacer visible una parte de la historia que no fue contada. Una vez que todos tengamos acceso a esa parte de la historia cada uno podrá elegir a quién respetar y a quién reconocer como prócer. La historia completa nos permitirá poner en práctica -en términos de Héctor Schmucler- la "voluntad del no querer", es decir, poder negarnos ante aquello que no estamos de acuerdo. Mucha gente comparte la visión de que en 1879 no había desierto, sino tierras pobladas.
Hay muchas formas de reconstruir la historia y la posibilidad de elegir es lo que nos hará más libres.

¿Qué posibilidades hay de que la meta de instalar la escultura se lleve a cabo?
Una vez realizado el monumento, tenemos la confianza de que vamos a poder llegar al objetivo de instalarlo en lugar de Roca. Sabemos que va a ser difícil y que hay oposición política al proyecto, pero sumando adhesiones y con la voluntad de la gente creemos que vamos a poder concretarlo.
Otro punto para descatar es que construir el monumento a Julio A. Roca fue iniciativa de su propio hijo durante la década infame, bajo un gobierno militar en 1937. Creemos que es justo reemplazar esa obra por otra colectiva, por supuesto sin desmerecer el trabajo del artista que lo hizo, el uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín.

Desde No es una pipa apoyamos esta iniciativa y llamamos a todos los interesados en colaborar a acercarse a los centros de acopio (ver lista).

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